De acuerdo al Bhagavad-gita, el origen del Cosmos puede ser descrito con el término emanacionismo que incluye el concepto de que la materia no surge súbitamente de la nada.
La materia es una de las eternas energías de Dios y está dotada con los elementos para crecer y desarrollarse, pero es la implantación del espíritu lo que provee la energía que inicia ese crecimiento y desarrollo.
Bajo la supervisión del Principio Inteligente del Universo esta energía genera universos que pasan por ciclos predeterminados de creación, mantenimiento y destrucción. Estos ciclos de manifestación e inmanifestación, de acuerdo a los Vedas, duran 4.300.000.000.000 de años (nosotros consideramos que nuestro Universo actual tiene 13.700.000.000 de años. O sea que le restarían aún 42.986.300 millones de años de existencia.
En El Bhagavad-gita el propio Señor Krishna explica: La totalidad de la sustancia material llamada Brahman, es la fuente del nacimiento y es ese brahman el que Yo impregno, haciendo posibles los nacimientos de todos los seres vivientes. Todas las especies de vida aparecen mediante su nacimiento en esta naturaleza material y Yo soy el padre que aporta la simiente.
El color azul de Krishna indica color negro muy profundo.
A estos conceptos, inequívocamente presentes en todas las culturas del mundo, se los denomina Filosofía Perenne; ningún pueblo pudo soslayarlos, pero se trata de una Burbuja Conceptual que nos impide ver la realidad fuera de ella.
Y toda la supuesta Ciencia y los supuestos conocimientos no hacen más que girar dentro de esta burbuja mental.
En El libro veda Bhagavad-gita se establece que la creación cósmica comienza cuando Krishna, Dios, impregna la energía material universal con energía espiritual. Este concepto proviene de la interpretación 'machista' de lo que sucede en el vientre materno: la madre proveería la materia, los ingredientes orgánicos para la producción de un cuerpo humano, y el padre proveería del espíritu: "a su imagen y semejanza".
No agregaremos aquí el análisis sobre la versión que dice que fuimos genéticamente fabricados por los extraterrestres para que extraigamos oro para ellos en Tiwanaku y en el sur de África, a unos 150 kms. al oeste del puerto de Maputo.
A esta versión debería defendérsela con muchos argumentos más con los que no se cuenta, por ahora.
En cualquier caso la Filosofía Perenne inculca que somos una especie semidivina, ya que de algún modo Krishna u otra genética superior está presente dentro de nosotros.
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